Las ventajas de incorporar la tecnología a tu empresa

El entorno en el que se mueven las empresas es cada vez más competitivo. Esto les obliga a no dejar de invertir en nuevas tecnologías ante el miedo real de quedar atrás en la carrera por la captación de clientes.

Una apuesta cada vez más necesaria, la de las empresas por la conversión digital, que está llevando a las corporaciones a mejorar sus índices de productividad a través de la reducción de costes merced a la automatización de sus sistemas o de la introducción de los nuevos sistemas informáticos que facilitan el almacenamiento e intercambio de información. Todo ello, con máxima seguridad y velocidad.

Las ventajas son tales que, según un reciente informe de IDC y Sage, una de cada cuatro pequeñas empresas tecnológicamente al día registran registran un crecimiento que ronda el diez por ciento anual. Sin embargo, y he aquí un problema al que se debe enfrentar cuanto antes el tejido empresarial Pyme en España, más de la mitad de estos negocios reconoce estar retrasando al máximo una conversión que pocos dudan es ya imparable.

Cómo inicia la conversión a lo digital en nuestra pequeña o mediana empresa

Si bien dar el primer paso y apostar con todos los medios por la adaptación tecnológica no resulta sencillo ni inmediato, Sage asegura que hay cinco pasos que resultan determinantes para conocer cuáles son las necesidades tecnológicas de tu proyecto empresarial.

1- Analizar qué rutinas productivas nos ocupa más tiempo realizar y cuáles no están dando los frutos esperados. En el caso de que tardemos en exceso en realizar las facturas echando mano de la ofimática o estemos empleando mucho tiempo sin resultados en la captación de nuevos clientes quizás debamos empezar a pensar en automatizar estos procesos.

2- Señalar qué es lo que queremos lograr. Incorporando la tecnología a nuestro día a día podemos ahorrar tiempo, pero también tener un mejor acceso a información ordenada y disponible en segundos, traspasarla o automatizar tareas. En función de lo que necesitemos centraremos nuestros esfuerzos en una o varias tareas primordiales desechando otras.

3- Elige el medio. Son muchas las posibilidades tecnológicas que podemos implementar en nuestras empresa. De ahí que debamos informarnos debidamente sobre cuáles son las que mejor se adaptan a nuestros objetivos o necesidades del día a día. Es importante no precipitarse en ninguna toma de decisiones a lo largo de todo el proceso.

4- Haz números y estudia si estás en disposición de realizar una conversión total o parcial hacia lo digital. Un vez lo sepas infórmate sobre cómo sacar el máximo jugo a esta reconversión, cómo educar a la plantilla para que haga lo propio y cómo hacerlo sin pérdida de tiempo, que a la postre será de dinero.

5- Ves poco a poco. Salvo que dispongas de una gran posibilidad de inversión, no te centres en cambios radicales o totales que vayan a poner en cuarentena el desarrollo de la actividad empresarial para demasiado tiempo. Lo ideal, aseguran, es empezar por la renovación de aquellas áreas en las que introduciendo pequeños cambios vayamos a ver pronto grandes beneficios.