Aunque resulte evidente todavía hay quien, dejándose llevar por las viejas creencias que parecían funcionar en los modelos de negocio de la vieja escuela, crea que a más horas de trabajo mayor será la productividad de los empleados.
Una máxima que ha ido calando en Occidente y que todavía sigue presente en multitud de culturas como la latina y que hasta el hasta el Foro Económico Mundial ha tenido que pronunciarse haciendo referencia a los últimos estudios al respecto para echarlo abajo sin contemplaciones.
Un claro ejemplo de ello es Corea del Sur, donde a pesar de tener una cultura de trabajo marcada por interminables jornadas laborales -que a menudo son interpretadas como propias de la cultura del esfuerzo del país asiático-, cuentan con una productividad llamativamente baja, según datos de la OCDE.
Mucho más cerca, en el sur de Europa, y especialmente visible en el caso griego, sucede lo mismo. A pesar de sumar muchas más horas de trabajo a lo largo de la semana que en otros países del centro y del norte del viejo continente, no consiguen acercarse a los ratios de productividad de quienes saben aprovechar mejor cada minuto empleado en el trabajo.
Pero los mitos no acaban aquí. El que dice que los alemanes son los trabajadores más productivos tampoco es real. Así lo demuestra el último informe presentado por la OCDE en los que se analiza el PIB por hora trabajada de los países que la componen. Un índice que mide en dólares y en precios constantes y que pone de manifiesto que, para sorpresa de propios y extraños, son los ciudadanos rumanos los que más generan por hora trabajada. A estos les siguen los irlandeses, los letones y los lituanos.
De hecho, ojo al dato, los empleados españoles también son más productivos que los alemanes. Y no solo eso, también que los noruegos, los suecos o los daneses. Los suizos, penúltimos en este ranking, y solo superados en peores datos por los helenos, dejan claros que muchas de las creencias que parecen asentadas en términos de productividad solo son eso, creencias que no están respaldadas por datos. Al menos no datos recientes.
Vamos a ver, pues, cuál es el orden de los países con mejor y peor productividad del continente europeo y la posición de cada uno de ellos. Las sorpresas se suceden a cada paso de una clasificación en la que solo hay dos países por debajo de la media de la Unión Europea y de los que integran la OCDE.
Ranking productividad laboral en Europa
País —– PIB/hora trabajada (2008) —– PIB/hora trabajada (2017)
Rumanía —– 105,9 —– 141
Irlanda —– 8,4 —– 138,4
Letonia —– 94 —– 124,1
Lituania —– 98,4 —– 120,4
Polonia —– 90,8 —– 119,2
Bulgaria —– 93,9 —– 118,9
Eslovaquia —– 97,8 —– 116,5
Croacia —– 105,1 —– 115,5*
República Checa —– 100,4 —– 110,8
Estonia —– 93,3 —– 110,5
Eslovenia —– 103,4 —– 109,4
España —– 95,4 —– 107,8
Alemania —– 100,2 —– 107,4
Suecia —– 99,1 —– 107,2
Dinamarca —– 97,1 —– 106,4
Austria —– 99,2 —– 105,9
Francia —– 99,8 —– 105,3
Finlandia —– 101,6 —– 105
Hungría —– 92 —– 104,9
Países Bajos —– 100,3 —– 104,8
Noruega —– 99,2 —– 104,7
Portugal —– 97,1 —– 102,7
Bélgica —– 98,5 —– 102,3*
Reino Unido —– 100,2 —– 102
Italia —– 100 —– 101,1
Luxemburgo —– 99,3 —– 100,9
Suiza —– 99,6 —– 100,5
OECD – Total —– 98 —– 104,8*
UE – 28 —– 98,5 —– 106,1*
Suiza —– 99,6 —– 100,5
Grecia —– 102,7 —– 93,5
Además de estos datos, cabe señalar, ya que no es menos importante, que la gráfica de productividad por hora trabajada sigue aumentando año tras año hasta situarse en máximos históricos desde 2002, año del que se tienen datos.