Cómo crear ambientes productivos en el entorno laboral

Elevated View Of Workers In Busy Modern Design Office

Si bien es necesario contar con trabajadores proactivos, el esfuerzo de los empleados no es el único factor que influye en la productividad de un proyecto empresarial.

Uno de los factores que se ha comprobado más influye en el rendimiento de las plantillas laborales es el entorno laboral. De ahí que cada vez más empleados estén tomándose muy en serio invertir en la creación de ambientes que propicien el esfuerzo colectivo de todos y cada uno de sus empleados.

Según los expertos, la oficina ideal debería tener alrededor de 14 metros cuadrados por trabajador, siendo el espacio individual de cada uno de ellos de unos 3,5 metros cuadrados. Además, el escritorio de cada empleado debería contar con una altura de unos 78 centímetros de alto, una extensión de 160 centímetros y una anchura mínima de 80 centímetros.


Antes de nada, debes saber que la oficina ideal para trabajar debe tener 14 metros cuadrados por trabajador y la parte individual de cada trabajador debe ser de 3,5 metros cuadrados. Asimismo, el trabajador debe disponer de una mesa de 78cm de alto y unos 160cm de largo por 80cm de ancho. Con todo ello, los trabajadores van a desempeñar sus tareas totalmente motivados.

En esa construcción del entorno laboral, parece influir más de lo que pudiéramos pensar la presencia de murales o mensajes motivadores, reservándose un espacio estanco de la zona de trabajo tanto para las llamadas como para la desconexión. También es recomendable contar con un espacio dirigido a las reuniones.

Otro asunto que no es baladí es el color de la oficina. Son varios los gurús que apuntan a la potencia de los colores a la hora de generar emociones y, por ende, influir en la actividad de los trabajadores. De esta forma, por ejemplo, vemos cómo las paredes anaranjadas o amarillas generan ambientes cálidos y otros como el azul o el morado ambientes más gélidos con lo que eso influye en el estado de ánimo de quienes trabajan allí.

Asimismo, la presencia de pareces o mobiliario rojo parece provocar reacciones más veloces e impulsivas que el verde, reservado para espacios de creatividad y trabajo en equipo. No obstante, parece ser el azul el que más gusta a los trabajadores.

Como ven, además de invertir tiempo, esfuerzo y parte de los presupuestos en coaching, training, formación constante o en elementos externos como programas que ayudan a mejorar los quehaceres laborales y los tiempos de entrega, no es menos importante contar con un espacio, un mobiliario y, en general, un ambiente que promueva la productividad de los trabajadores de una empresa.

Si algo está claro es que, en busca de la excelencia, no se puede dejar nada a la improvisación. Si lo hacemos, debemos estar dispuestos a asumir que la competencia sí que lo haga